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pintura abstracta

Pensamiento regenerativo, pensamiento sistémico y autopoiesis. Más allá de la sustentabilidad.

Actualizado: 20 oct 2021

Un paradigma emergente de pensamiento que nos une.



Estamos en el principio de una nueva era, todo lo que nos enseñaron se derrumbó, mucho de lo que nos contaron por años fue mentira, historias creadas para la manipulación y el beneficio de unos cuantos. Es un tiempo que nos invita a regenerar nuestras formas de pensar para ser libres, esto no es nada nuevo, ya que es recordar cómo vivían, pensaban y se relacionaban nuestros ancestros.


“Durante mucho tiempo estuvimos enganchados en el desarrollo sostenible y sustentable que, de alguna forma y con el paso del tiempo, fue distorsionando el significado de sustentable y sustentabilidad.”

Es un tiempo de regenerar nuestras formas de pensar y de actuar, saber que somos parte de la naturaleza y ella, como nuestra maestra, nos invita a imitarla. Los sistemas vivos siempre tienen formas concretas de interactuar y eso es algo de lo cual debemos aprender para relacionarnos de formas más orgánicas.


Esto es para que emerja una nueva forma de pensamiento, una cultura regenerada y que se adapte a los nuevos tiempos que en realidad son los viejos tiempos, es tiempo de regresar a lo sencillo, a lo esencial, a la vida, al amor, a la paz y al cuidado.


Durante mucho tiempo estuvimos enganchados en el desarrollo sostenible y sustentable que, de alguna forma y con el paso del tiempo, fue distorsionando el significado de sustentable y sustentabilidad, generando un pensamiento muy unido a sustentarse desde la economía o los proyectos, y la mayoría de ellos apuntaba a una sustentabilidad económica con sus proyectos, dejando de lado el cuidado de las personas, de la tierra y el reparto justo de los excedentes llevándonos así a la creación de proyectos sustentables sin proyección futura en la interacción con la naturaleza y los humanos.


¿Qué es y cómo aplicar el Pensamiento Regenerativo?


Regeneración es una noción que procede de regeneration, un término latino. Se trata del proceso y el resultado de regenerar (lograr que algo recupere su forma o estado, realizar un tratamiento para que un material pueda reutilizarse, conseguir que una persona deje de lado una conducta dañina).



En biología, la regeneración es el proceso por el que se recupera la estructura y la función de órganos o partes del cuerpo dañado.


El pensamiento regenerativo no lleva a un cambio total de nuestra forma de pensar porque, como todos sabemos, la constante en nuestras vidas es el cambio y cada tanto nos pone en procesos de caos cuando necesitamos reestructurar las formas para adaptarnos a los cambios. Los cambios pueden ser para bien o para mal, depende de cómo lo veamos y la realidad es que necesitamos diseñar proyectos que sean regenerativos para que cada que se presente un desafío de cambio podamos encontrar la estructura ideal para regenerar el sistema y lo adaptemos a los cambios.


Estos son procesos que se proponen paso a paso, ya que la regeneración lleva su tiempo de adaptación y si en verdad nuestra vida la llevamos desde un pensamiento de regeneración, llevaremos a los sistemas a un proceso de sanación.


Normalmente estamos pensando en sostener los sistemas como los conocemos y como nos enseñaron, generando un estrés y una frustración, ya que si yo diseño un sistema para 3 personas y hoy ya tenemos 10 es necesario regenerar las formas para adaptarlo a 10 personas, y de alguna forma esas 10 personas se sientan como parte del sistema.


En cuanto a la vida en el planeta es necesario la regeneración de todos los sistemas, ya que en general somos más cada día, y necesitamos pensar de qué manera juntos, sin poner en peligro a nadie, podemos adaptarnos a esta nueva forma, y eso requiere de un pensamiento de regeneración donde diseñamos procesos que nos den la oportunidad de que podamos ver los cambios, reconociendo los aciertos y las fallas, a pasos pequeños pero certeros. Hoy necesitamos regenerar los sistemas sociales y de la vida en la tierra donde incluimos todo lo que tiene vida para saber de qué forma regeneramos los sistemas naturales y para que no lleguemos a una crisis de las cual no tengamos salida.


Y entramos al pensamiento sistémico como una base para la regeneración.


¿Qué es el Pensamiento Sistémico?


El pensamiento sistémico nos lleva a generar relaciones sanas y llenas de esperanza donde nos damos cuenta de que somos parte de algo más grande, dejando atrás el pensamiento individualista donde solo pensamos en nosotros.

El pensamiento sistémico es el que se da en un sistema de varios subsistemas o elementos interrelacionados. Intenta comprender su funcionamiento y resolver los problemas que presentan sus propiedades. Se trata de un marco conceptual, un nuevo contexto que se ha desarrollado en los últimos setenta años que facilita la claridad y modificación de patrones.


El sistema es todo organismo o conjunto de partes organizadas con un número de subsistemas o componentes en interacción. Está formado por componentes que son entidades del sistema, que en conjunto con otros componentes se combina, separa o compara las causas para producir las consecuencias (entradas y salidas).


Por definición, un sistema es una complejidad organizada con las siguientes características:

  • Está abierto al impacto del entorno.

  • Tiene límites.

  • Energía, materia e información son importados desde el exterior de sus límites.

  • Parte de la energía se almacena para impedir la desintegración futura; otra parte se transforma por y para las necesidades del sistema.

  • Complejidad

  • Fallos

Lo que se puede apreciar en un sistema son generalidades sobresalientes que pueden integrarse en cuatro principios:

  • Principio de posición: Lugar que ocupa el sistema dentro del supra sistema, lo que implica el concepto de jerarquía.

  • Principio de relación: La relación entre los sistemas origina polaridades, fuerzas atractivas y repulsivas, lo que implica la teoría del campo.

  • Principio de limitación: Resultado de la intención del diseñador del sistema. Controla su duración, fija su medida y ritmo, determina el radio de su influencia y produce el esquema o modelo de funcionamiento.

  • Principio de equifinalidad: Si un sistema tiene metas para un propósito, puede alcanzarlas por diversos medios para llegar al mismo fin.

  • Las propiedades esenciales pertenecen al conjunto, ninguna de las partes las tiene por sí sola.

  • La atención ha de ser focalizada en distintos niveles del sistema: Lo micro y lo macro, lo sub y lo supra.

  • Es un tipo de pensamiento medioambiental.

  • Una parte es un patrón en una inseparable red de relaciones.

  • El conocimiento se teje en una amplia red (en el mecanicismo se pensaba que se construía). La realidad es una red de relaciones.

El pensamiento sistémico nos lleva a generar relaciones sanas y llenas de esperanza donde nos damos cuenta de que somos parte de algo más grande, dejando atrás el pensamiento individualista donde solo pensamos en nosotros.


Es imitar a la naturaleza en sus formas de organización donde todos somos importantes, pero no indispensables, ya que puede llegar otra especie a ocupar mi lugar. Cada especie por sí sola se integra y se mantiene.



La naturaleza como nuestra maestra.


Es darnos cuenta de que como humanidad nos necesitamos para vivir, así como un entorno sano también, ósea que tenemos que encontrar las formas de interactuar con los otros sistemas existentes para ser parte del sistema más grande, la tierra, y así la tierra parte de un universo.


Ósea que si yo creo mis proyectos sabiendo que mis acciones impactan al sistema más grande siempre trataré de hacer lo mejor para que el sistema más grande funcione de forma armoniosa.


En la actualidad estamos funcionando atomizados, pensando que solo el humano tiene el derecho a la vida. Al dejar de pensar en los demás sistemas como parte de un todo estamos degenerando la vida en la tierra, haciendo que el humano colapse y entre en caos sin saber cómo revertir el problema, eso nos pone en constante peligro.


Autopoiesis


La autopoiesis o autopoyesis (en griego: αυτο, ποίησις [auto, poiesis], ‘a sí mismo; creación, producción) es un neologismo que designa la cualidad de un sistema capaz de reproducirse y mantenerse por sí mismo. Fue propuesto por los biólogos chilenos Humberto Maturana y Francisco Varela en 1973 para definir la química de auto mantenimiento de las células vivas. Una descripción breve sería decir que la autopoiesis es la condición de existencia de los seres vivos en la continua producción de sí mismos.


La definición original al concepto de autopoiesis se puede encontrar en De Máquinas y Seres Vivos (1973):


"Una máquina autopoiética es una máquina organizada (definida como una unidad) como una red de procesos de producción (transformación y destrucción) de componentes que a través de sus interacciones y transformaciones continuamente regeneran y realizan la red de procesos (las relaciones) que los han producido, y la constituyen (la máquina) como una unidad concreta en el espacio en el que ellos (los componentes) existen, especificando el dominio topológico de su realización como tal de una red. El espacio definido por un sistema autopoiético es autocontenido y no se puede describir mediante el uso de dimensiones que definen otro espacio. No obstante, cuando nos referimos a nuestras interacciones con un sistema autopoiético concreto, proyectamos este sistema en el espacio de nuestras manipulaciones y hacemos una descripción de esta proyección."

Desde entonces el concepto ha sido también aplicado en los campos de la teoría de sistemas y la sociología, como por ejemplo por el sociólogo alemán Niklas Luhmann.


Según Maturana y Varela, son autopoiéticos los sistemas que presentan una red de procesos u operaciones (que los definen como tales y los hacen distinguibles de los demás sistemas), y que pueden crear o destruir elementos del mismo sistema como respuesta a las perturbaciones del medio. Aunque el sistema cambie estructuralmente, dicha red permanece invariante durante toda su existencia, manteniendo la identidad de este. Los seres vivos son en particular sistemas autopoiéticos moleculares que están vivos solo mientras están en autopoiesis.


Los seres vivos son redes de producciones moleculares en las que las moléculas producidas generan con sus interacciones la misma red que las produce.


Esta propiedad de los sistemas de producirse a sí mismos es la autopoiesis y define el «acoplamiento» de un sistema a su entorno. A su vez, a partir de esta definición Varela ve la ventaja de poder proporcionar ciertos criterios de validación para sostener que nos encontramos frente a un sistema autopoiético, y que se pueden resumir en tres:

  1. Borde semipermeable: Verifique que el sistema se define por un límite o borde semipermeable constituido por componentes moleculares que permite discriminar entre el interior y el exterior del sistema en relación con los componentes relevantes del sistema. Si es así, proceda con el criterio 2.

  2. Red de reacciones: Verifique que los componentes de la barrera son producto de una red de reacciones que opera al interior de la barrera. Si la respuesta es afirmativa, proceda con el criterio 3.

  3. Interdependencia: Verifique que la red de reacciones es regenerada por condiciones producidas por la existencia de la misma barrera, es decir, que 1 y 2 son interdependientes. Si es así, el sistema es autopoiético.

Para Maturana, la autopoiesis es la propiedad básica de los seres vivos, puesto que son sistemas determinados en su estructura, es decir, son sistemas tales que cuando algo externo incide sobre ellos, los efectos dependen de ellos mismos, de su estructura en ese instante y no de lo externo. Los seres vivos son autónomos, en los que su autonomía se da en su autorreferencia y son sistemas cerrados en su dinámica de constitución como sistemas en continua producción de sí mismos.


Aunque un sistema autopoiético se mantenga en desequilibrio, es capaz de conservar una consistencia estructural absorbiendo permanentemente la energía de su medio. Al igual que la célula y los seres vivos, los sistemas autopoiéticos tienen la capacidad de conservar la unión de sus partes e interactuar con ellas. Los sistemas autopoiéticos son autónomos, lo cual los hace un sistema cerrado, que se autorregula continuamente. Otros ejemplos de autopoiesis son la conciencia, un organismo, etc. Estos se constituyen de una red de procesos que logran transformar componentes pero en los que el mismo sistema maneja su identidad con relación al entorno. La autopoiesis designa la manera en que los sistemas mantienen su identidad gracias a procesos internos en que autorreproducen sus propios componentes.


Estos sistemas están abiertos a su medio porque intercambian materia y energía pero simultáneamente se mantienen cerrados operacionalmente, pues sus operaciones son las que los distinguen del entorno. No obstante, son autónomos en sus operaciones debido a la capacidad que tiene cada sistema de reaccionar y amoldarse según los estímulos que inciden desde el medio.



La muerte de un ser vivo por ejemplo puede ser considerada como la disrupción de la autopoiesis, ya que la pérdida de las constantes vitales puede resultar de mecanismos interruptores endógenos o exógenos. En cualquiera de los dos casos, el sistema autopoiético no puede compensar más los efectos disfuncionales de esos mecanismos; lo apropiado es que sí los pueda compensar.


Este enfoque de Maturana es sistémico, pues explica los sistemas vivos por la convergencia y no por las propiedades en sus componentes.


En la Permacultura Social se trabaja desde 3 niveles, al mismo tiempo, el interno o individuo, la comunidad y la sociedad, estos tres se trabajan desde un proceso que paso a paso se va regenerando para llevar a las personas a puntos donde juntos nos unimos en un solo pensamiento, la regeneración de la vida en la tierra.


Estas tres formas de pensar unidas, nos reconectan con las formas antiguas que nuestros abuelos practicaron durante cientos de años, ya que si no cambiamos de forma de pensar estamos destinados a la extinción como humanidad y es que la tierra de alguna forma se adaptará a la catástrofe pero como seres humanos tenemos ciertas necesidades, que sin ellas dejaríamos de existir.


Los modelos de organización humana, necesitan estas formas de pensar para poder trabajar en equipo y así juntos regenerar la vida, saber cómo resolver los conflictos, como apoyarnos, como relacionarnos, como comunicarnos y cómo organizarnos para saber que todos somos importantes en esta gran trama de la vida.


Es importante que dejemos la competencia por la cooperación, que apuntemos a la inclusión, a la diversidad y lo más importante, al cuidado de nosotros mismos como individuos, ya que si cada uno no cuida ese cuerpo que nos fue prestado no podremos interactuar. Como todo, primero se comienza por él adentro.


Te invito a cambiar tu forma de pensar y de ver el mundo, generando la libertad de ser y contemplando tu espiritualidad con lo más profundo de tu espíritu, de nuestro libre albedrío, nuestro sentido común y nuestro amor más profundo. Para regenerar la vida, se parte de esta nueva historia.


Beatriz Ramírez, Permacultora en diseño Regenerativo, Bioconstructora Empírica, Artista Plástica.

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